lunes, 12 de noviembre de 2012

Recuerdos y sensaciones a la orilla del río XIII



Recuerdos y sensaciones a la orilla del río
José Mª Villarroel Díez (CHEMA)


Formas de pesca: El bote
Si pensamos detenidamente en los materiales de pesca que hoy tenemos y los comparamos con los que había tan sólo hace unos 10 o 15 años la diferencia entre unos y otros puede llegar a ser abismal. Si estos artilugios y materiales los comparamos con los que se tenían hace 40, 50, o 60 años o más la cosa cambia radicalmente y la comparación parecería de auténtica risa pero no por ello menos eficaz de lo que hoy poseemos.
Pensemos por el momento en un bote de conservas, por ejemplo de tomate frito o de melocotón en almíbar, es un simple bote, y a simple vista nada puede ofrecernos después de vaciar su contenido, una vez hecho esto lo cogemos y... a la basura cuando no lo dejamos tirado por el campo en el peor de los casos, le pegamos una patada y ¡hala...! ahí te quedas. ¡Craso error amigos! si pensamos de esta manera, ese bote puede parecernos un simple y humilde bote, y lo es, pero también puede convertirse en un instrumento muy útil para el pescador. Aunque pueda parecer de locos esta afirmación es la pura realidad tan solo hay que buscarle su utilidad como lo hacían nuestros antepasados y que ahora describiremos.
Antiguamente, muy antiguamente, cuando las economías no alcanzaban ni para unos tristes pantalones, pues se hacían de trapos o lino y con cuarenta mil remiendos, la pesca era parte del sustento de unas familias ya de por sí bastante masacradas por la situación económica que padecía este país después de la guerra civil. Para ello no se disponía de mucho tan sólo de un varal que consistía en una vara larga cortada de la rama de un salguero, como hilo de pesca crines de caballo trenzados y de carrete un bote, a este último vamos a dedicarle este tiempo a los demás más adelante. El bote, ese bote de conservas servía como contenedor del "hilo" de pesca y hacía las veces de lo que hoy conocemos por carrete, el sistema consistía en enrollar el "hilo" en el bote y a la hora de ir a pescar en una mano el varal, y en la otra el bote, pues no iba adosado al varal de ninguna forma.
 
Para lanzar la técnica consistía en a la vez que impulsábamos la "caña" hacia adelante se tenía que poner el bote paralelo a la "caña" y con el culo de este hacia adelante, el bote se sujetaba o bien agarrándolo con la mano por la parte posterior o metiendo la mano dentro de él y haciendo presión con el puño para que no saliera disparado hacia adelante en el lance.

Luego también había otra técnica que consistía en pescar con cucharilla (el que las tenía, no todos disponían de ellas) y sin caña, la técnica consistía en llevar en una mano el bote y con la otra mano y a unos cuantos cetm. de la cucharilla atada se agarraba el hilo y se hacía girar este como si de una honda se tratase, se le daba vueltas para dar impulso a la cucharilla... ¡fiu...fiu, fiu, fiu...! y se soltaba el hilo saliendo disparada la cucharilla hacia adelante y a gran distancia como si de la piedra de una honda se tratase, luego se venía enrollando el hilo en el bote haciendo girar la mano que lo sujetaba y dejando quieta la otra para de esta manera dirigir nuestra cucharilla por donde se quería llevar dentro del agua.
Esta técnica también se podía pescar sin el bote utilizando la mano para enrollar el hilo, más adelante  la describiremos. Ya veis que sencillo, barato y práctico era pescar de esa forma, era una pesca muy rudimentaria pero no por ello menos efectiva. Hoy por suerte las cosas han cambiado mucho y los carretes cañas...etc., ya no son aquellos rudimentarios timbales que parecían auténticos telares pero que cumplían su función. Por ello cuando nos encontremos un bote tirado por el río pensemos por un momento en lo que en su día significó ese humilde bote para aquellos pescadores que lo eran por necesidad, no le demos una patada y lo dejemos abandonado sin más, pensemos que el bote es el mejor carrete que haya existido nunca, vale para todo; mosca seca, cucharilla, cebo..., no da problemas, nunca se estropea y es bien barato tanto de conseguir como de mantener, ¿alguien ofrece algo mejor...
 Fotografía y dirección, Lachis.

4 comentarios:

  1. Cuando la falta de medios económicos, era normal y no todo mundo tenía los suficientes para gastar en algo que solo era para divertirse, el ingenio ( que nunca a faltado en este País), suplía con sus inventos el no poder adquirir un carrete como el Segarra o el Dorada (quizás no se habían inventado todavía) los más comunes por lo menos hace 50 años, quizás lo del Bote fue anterior, sin embargo yo mismo comencé con un Segarra y caña de bambú, después ya una de las primeras telescópicas de fibra de vidrio (las Grauwell), más tarde ya cambiamos por el Mitchel 300 y así sucesivamente ha sido la evolución, hasta que ya comenzamos a imitar a los franceses que venían por nuestra región con las cañas para pescar a “látigo”….y esto no ha parado, cada día más innovaciones.
    Los pescadores de León ya lanzaban hasta 7 moscas con cañas enterizas, de mucha longitud, había que ser unos verdaderos artistas para hacer tal cosa. Y ya no digamos de los que pescaban a la Allerana y eran capaces de meter su mosca en un sombrero a considerable distancia, maestros se les puede llamar y de ello dan fe la cantidad de peces que eran capaces de pescar para ayudar a su sustento.
    Pero el ingenio, se sigue aplicando en la materia de pesca, las moscas han evolucionado, los materiales también y hoy nos ayuda con base científica las observaciones llevadas a cabo para ver las costumbres y la forma de alimentarse de nuestras truchas.
    Nuestros antepasados, observaban y conocían estas cosas pero solo les faltaba, el lance, el poder alcanzar la orilla de enfrente, o aquel lugar detrás de una gran piedra, aquel lugar donde se cebaba una trucha, fueron mal comparado quizás aquellos hombres que inventaron el fuego, el hierro o la rueda.
    Gracias a ellos ahora también procuramos engañar al pez, ayudados por esas técnicas a nuestro alcance.
    Algún día alguien inventara el utensilio o la mosca perfecta que pesca en todas las situaciones – deseo que no sea así- pues entonces se terminarán las dificultades y con ello nuestro deporte.

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  2. Hace dos años, en Chile, pude ver como algunos ribereños, con menos posibles seguro que nuestros ascendientes de hace 50/60 años, pescaban a cucharilla sin caña alguna solamente con un bote y metros de tanza.
    Para mi fue increíble ver con que maestría y eficacia sacaban una tras otra trucha.
    Saludos.

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  3. Esta afición siempre fue y es una fuente inogatable de ingenio.
    Gradias por vuestros comentarios compañeros.
    Saludos

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  4. El ingenio y las ganas de pescar con métodos distintos y más cómodois y practicos hicieron posible que del "bote" llegasen los primeros carretes de madera y...así hasta nuestros días.
    Que grande eres, Lachis, me ha encantado. Un abrazo.

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