domingo, 26 de mayo de 2013

Las mentiras del Pescador




Hace unos días me encontré por casualidad inmerso en una tertulia de pescadores en la que yo, por suerte, solo era un mero espectador. Eran todos unos pescadores extraordinarios, poco a poco me fui sintiendo insignificante y no me atreví ni a meter baza, hablaban de unos números y tamaños que desbordaban los limites de mi imaginación, termine por rendirme y me fui acomplejado. La depresión solo me duró hasta que me tomé un Ribera de Duero con una tapita en el bar de enfrente, pero fue lo suficiente para alterarme y cuando eso me sucede tan solo se me cura escribiendo…   

Mentir es una práctica común entre el colectivo de pescadores y que, con intención o no, mentimos a veces sin darle mayor importancia. Como la mentira parece formar parte indisociable de las tertulias de pescadores me voy a referir a ellas, pero sin entrar en su psicoanálisis ni tampoco en la reflexión filosófica.

El pescador, generalmente, ve más peces y más grandes según va pasando el tiempo, y su experiencia de pesca la idealiza en su memoria de una manara confusa entre lo que fue y lo que soñó sería. La historia es verdadera o falsa según en qué momento y a quien se la cuente.

A veces esas mentiras conllevan grandes pinceladas de talento que hacen de ese relato una leyenda que perdurará en la historia de la pesca. Se trata de antologías de hechos y aventuras sobre la pasión por la pesca, sobre los peces que se persigue y pescan, pero toda la fábula aporta esa dosis de fantasía que el pescador necesita para realizar su sueño y convencer a los demás. 

Tres grandes campeones recordando sus hazañas. De derecha a izquierda;  Guiller campeón continental de Pesca a Mosca alta montaña, 2007. Bachiller campeón mundial Pesca de Altura, 2002. Paco, campeón de Pesca Submarina aguas abisales, 1999. Coautores del libro “Por ti pesco” de ediciones Bodón, primer premio de las letras doradas del año en curso.


Los pescadores utilizamos diversas técnicas para exagerar la verdad o directamente contar mentiras, mezclar mentiras y verdades da muy buen resultado para en ocasiones conseguir la atención de los demás, luego que nos crean o no ya depende de la historia y del que te escucha. Siempre se escapan las grandes, esto tiene un porqué; ese pez que lucha  hasta que consigue librarse del anzuelo a penas lo vemos y las sensaciones recibidas nos hace siempre pensar en ese trofeo único y cuando se escapa sentimos que con él se va ese pez con el que hemos soñada mil veces. Luego cuando lo contamos es más ilusión que realidad. Los peces son los únicos animales que crecen después de muertos y sobre todo si lo cuentas en el bar, ahí, entre caña y caña sus cm. van in crescendo al ritmo del ambiente.

Muchos mienten para frenar a ese conocido fanfarrón que todos conocen como mentiroso y que siempre quiere quedar por encima de los demás. También se da con mucha frecuencia el que miente al revés, no es que se ponga cabeza abajo, no, si no el que dice que no pescó nada y casi todos los días coge el cupo. Se miente mucho también sobre las zonas de pesca, llegando incluso a mandar a alguno a pescar a lugares que no hay ni ranas. Claro que hay mentiras de mentiras. Las hay piadosas, por omisión, por exageración, por fardar, las hay malintencionadas, creativas, atrevidas y las hay, por supuesto, interesadas.


Pero claro, para mentir y comer pescado hay que tener mucho cuidado. Sobre todo memoria, hay que tener en el recuerdo todas esas mentiras para que no se te descubran y a veces tendrás que contar más mentiras para mantener las primeras, es como una cadena.

Los pescadores, la gran mayoría, no es que seamos unos mitómanos,  solo exageramos un poco; partiendo de un realidad contamos historias que a veces convocan al asombro, pero es que nos movemos ahí…en ese mundo fantástico de emociones, sueños y realidades.

Con el cebo de una mentira se pesca una carpa de verdad. (William Shakespeare)
 

8 comentarios:

  1. Hoy en dia con el declive cuesta mas decir esas mentiritas jaja;pero bien recuerdo las historias(mentiras)de antaño.El que mas pescaba era el mejor pescador y entonces eras el mas adorado!Bien que lo recuerdo.Un abrazo.

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    1. Buen artículo, que saca a relucir ese defecto que tenemos los pescadores y que se ha convertido un poco en una expresión más o menos verdadera y graciosa.
      La verdad las mentiras de los pescadores nunca han hecho daño a nadie, no todos pueden decir lo mismo……..seguramente todos conocemos a colectivos donde sus promesas se convirtieron en mentiras y eso si ha hecho mucho daño, sin nombrar a ese colectivo todos sabemos de quien se trata.
      Lo “nuestro” es diferente y como la frase bíblica “el que esté libre de pecado que lance la primera piedra”, posiblemente se juntarían menos piedras que las que los peregrinos dejan en la Cruz de Ferro……ya que muchos no reconocerían este deporte sin sus mentirijillas.
      Estas son la salsa y el picante de este Deporte, y no hace falta pasar por donde el cura a confesarse ya que como he dicho solo hace daño al que se las cree, algunas parecen tan verosímiles que después de un tiempo hasta el que la inventó se la ha creído.
      También recuerdo alguna que le pasó a un novato que preguntaba en que sitio era mejor para bajarse del tren y estuviese cerca del río, enseguida uno de los más veteranos se le acercó y en voz baja le dijo donde se debía apear …..(pero no digas a nadie que te lo dije yo) jajaja, con aquella cara de buena persona que tenía “el tío matapájaros”, el novato le creyó a pies juntas, cuando más tarde y ya en tierra pregunta por el camino del río, le dicen ¿Qué río si por aquí no pasa ninguno?, el más cercano esta por lo menos a 30 Km.
      Ya os podéis imaginar la cara del novato…..ni que decir que poco a poco fue espabilando ya no creía ni a su Padre, y siempre por descontado consultaba los Mapas en sus salidas.
      Tampoco se olvidó nunca del tío “matapajaros” que era un pájaro de cuidado y sus faenas lo mismo en caza que en pesca eran famosas, aunque alguna le salió mal, pero esa es otra historia.
      Un saludo

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  2. Así es Venancio, las mentiras de los pescadores son toleredas por la sociedad como algo más de la pesca y forma parte de ese munod mágico que la envuelve.
    Saludos.

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  3. Hola farioreo, cierto es que las mentiras siempre formaron parte de este mágico mundo, pero ahora con lo de las redes sociales llegan a más gente en menos tiempo y hay que leer con cuidado para no acomplejarse...jajaja. Un abrazo

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  4. La idea de que los pescadores somos unos mentirosos compulsivos, está tan arraigada como los huevos fritos con chorizo. Tienes mucha razón cuando describes que, de alguna manera, esa fabulación de la que echan manos algunos al contar sus correrías de pesca, es más producto de la emoción al contar la historia que de las ganas de contar una bola como un campano. Aunque no siempre es así y los hay muy pero que muy mentirosos, de esos enfermizos y que se hacen insoportables.
    Como se suele decir, de todo hay en la viña del Señor.
    Divertido artículo y muy atinado.

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  5. Algunos tienen una imaginación que supera toda lógica, pero lo malo es que de tanto contarlo se lo llegan a creer y cuando vas con ellos a pescar...uf, fracaso total y disculpas mil. Saludos.

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  6. De verdad, parece mentira!! ;-) ;-) ;-)

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  7. Prefiero creermelo que averiguarlo...jajaja.
    Saludos Revuki.

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