sábado, 15 de febrero de 2014

La cesta delatadora.

              La  cesta  delatadora                      

No recuerdo bien la fecha de aquella tarde, pero no hacía mucho que se había abierto la veda, la tarde nublada se presentaba propicia y así fue que nada más salir del trabajo me fui a pescar. Aunque por aquel entonces, año 1980, la hora no se cambiaba, las tardes en el río se hacían cortas. Decidí, por proximidad, ir al río Torío y nada más pasar Garrafe cruce el puente que va a Manzaneda. Ahora ahí, al pasar el puente a la derecha, hay una chopera, pero por aquel entonces era un prado con una ancha entrada que lo separaba del río.

Espere que saliera un Seat-850 verde-camuflaje y como llevaba la ventanilla abierta le pregunte que si había estado pescando y que tal…pequeñas, solo salen que pequeñas… y se despidió. Recorrí por la ribera unos 150 m. para dejar el coche al lado de unas salgueras,  me calce las botas y me puse a coger cebo.


Una vez cumplimentada la gusarapera armé la caña y me dispuse a pescar. No me había separado del coche más de 5 m. cuando vi una cesta de pesca sobre unas piedras. Pensé que sería  de un pescador que estaba por allí cerca pescando o haciendo otros menesteres.
Cierto resulto la respuesta del pescador del Seat, solo salían pequeñas y aunque la medida era de 19 cm no conseguí sacar ninguna reglamentaria. Esto, lejos de provocarme apatía, me motivo y me recree en coger y soltar.

Cuando decidí regresar al coche me acordé de la cesta percatándome de que no había encontrado ningún pescador más, se habría marchado o estaría río arriba, pensé.
Pero para mi sorpresa, cuando llegue al lugar, allí seguía la cesta. Recogí los bártulos y luego di unas voces por si había alguien cerca o le había pasado algo. Nada, nadie respondió. Pensé que también podía ser del pescador que marchaba cuando llegué. Fue entonces que decidí recogerla y entregarla a la Guardia Civil de Garrafe, de aquellas había Cuartel, abrí la cesta e intuí  que dentro había algunas truchas entre hiervas y una bolsa plástica.


La entregue en el Cuartel, les dije que había truchas dentro, me cogieron el nombre y me fui dirección León.
Al incorporarme a la carretera vi de nuevo al Seat-850 de camuflaje y creyendo que seguramente venia a buscar la cesta le seguí. Efectivamente resultó que era de él que la había dejado olvidada a la hora de marcharse y no se había dado cuanta hasta que llegó a casa.
No puso muy buena cara cuando le dije que la había llevado al Cuartel o eso me pareció.
Bueno pues habrá que ir a por ella, me contestó. Nos despedimos y me fui.
Pasaron unos días y casualidades de la vida me volví a encontrar con él, en el mismo lugar, cuando le pregunté si había recogido la cesta me dijo que sí, pero siguió a lo suyo sin apenas hacerme caso. Le quedé mirando extrañado, no era un comportamiento normal, aquello me alertó y dude de que me estuviera diciendo verdad y más aun cuando me percaté que llevaba una cesta reluciente, nueva. 

Así que cuando finalicé la jornada de pesca me pasé por el
Cuartel a ver que había sido de la cesta.

Cuando le pregunté al Guardia de puertas por ella se echó a reír y me dijo que nadie la había venido a buscar.
 Qué raro si el que la olvidó me dijo que la había recogido, le contesté.
Pues no y nos gustaría que viniera para denunciarlo.
Y eso?.
Tenía cinco truchas y ninguna daba la medida.

Charlamos un buen rato y sé que la historia no acabó aquí…

6 comentarios:

  1. El pan de cada día en los ríos de León...

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  2. Así era Mario y a lo peor aun sigue así.
    Saludos.

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    1. "Las trampas salen palancas"......lo decíamos de pequeños; y a este seguro que le vino al pelo; "pues no hay mal que por bien no venga" y nos contentamos con el justo castigo merecido y ejemplar.

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  3. El olvido fue un castigo merecido. Las normas son para todos iguales y no queda otra que respetarlas.
    Un abrazo Venancio.

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  4. Muy buena historia Lachis...
    Pasaba en 1980 y pasará en el 2050 si aun queda alguna en el agua y lo peor es que la gente no se conciencia.
    Saludos.

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  5. Así es Kikoleon, falta espíritu conservacionista.
    Saludos.

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